JP Estilista, Shella y DJP, las tres personalidades de Julio Pablo Laiño, son lo mismo: un único cuerpo capaz de sacudirse durante horas con la esperanza de que la fiesta nunca termine. De bajista punkrockero a DJ. De DJ a estilista.
Por Carolina Sánchez Iturbe
Fotos de The Dark Flack (www.thedarkflack.com)
JP Estilista, Shella y DJP, en el fondo, son lo mismo. Cuando la noche se termina y sólo quedan los resabios, los tres, aunados en un único cuerpo que bailó hasta el hartazgo durante la madrugada anterior, juran que ellos no son más que “mercenarios del infierno que le rinden tributo a la fiesta”.
Lo habitual es ver a Julio Pablo Laiño, con sus brazos, piernas y torso, todos largos, sacudiéndose solo en medio de la pista. “Para enfiestarme, la gente no me importa. Yo me manejo solo, pateo solo y bailo solo… A veces pienso que tendría que ser coreógrafo: a mí me tiran un ritmito y tuc, tiro un paso”, dice riéndose el hombre que, además, se desempeña como bajista de Sin Futuro Superestar, estilista y DJ.
Un recital de The Charlie’s Jacket, una fiesta electrónica o un boliche son excusa suficiente para que él y sus tres personalidades sientan esa electricidad que les impide quedarse quietos. “Lo que me pasa es que me divierto mucho, la paso muy bien. Viste que a la noche todo es más extremo, se vive todo más al palo”, explica.
Aunque pueda resultar extraño, para JP sus tres personalidades son sinónimo de armonía entre “diferentes estados y sensaciones” que, por su cuenta, aportan algo a ese único cuerpo: “La parte de la banda, me da el rock, la adrenalina del escenario, tocar el instrumento. DJP, la fiesta. Lo que comparten Shella y DJP es mover a la gente. Y JP Estilista es el lado artístico anexado a la moda, pero profesional porque me es redituable”.
Esa conjunción de tres personalidades que están conectadas conformando a un solo hombre es quizás, en buena medida, el resultado del recorrido musical diverso que JP hizo durante los últimos 27 años y que lo llevó del rock al hip hop, del punk rock al electro, “y de ahí, a la fiesta total”.
“Arranqué con los Rolling y los Redondos. Tenía unos casettes de mi hermano y los escuchaba. Ahora, me bajo canciones de los Redondos y, no sé por qué, me gustan, las disfruto. Y los Stones… bueno, habría que hacerles un monumento a cada uno de ellos y a todos juntos, más que por la banda, por lo que representan”, narra JP para después relatar cómo un amigo cayó un día con Cypress Hill y Control Machete, obligándolo a investigar y, luego, a ahorrar para su primer disco: Hello Nasty, de Beastie Boys.
Inquieto, como hoy, Shella se encontró luego en “la velocidad en la música” que, en medio del verano y sus playas de vacaciones, lo llevaron al punk rock, cargado de Blink 182, banda a la que señala como fundamental durante su adolescencia, y de The Offspring.
“Después, cuando arranqué a salir de joda a la noche, que fue hace dos o tres años, me destapé y empecé a ver movidas, a entender cosas. Me gustó esto de la fiesta y entonces, ¿qué hice para poder estar más tiempo de fiesta? Me hice DJ y puse la música que me gusta bailar a mí”, sostiene con una sonrisa picarona DJP, quien además se confiesa como un “hitero mal” que es capaz de aceptar “cualquier melodía que mueva el cuerpo” y, por el contrario, rechaza “la música bajón, el indie y las canciones” porque lo “descomponen un poco”.
JP Estilista, Shella y DJP son, definitivamente, lo mismo. Tres personalidades que disfrutan de la noche y que durante el día caminan “por la sombra, deseando mutar en vampiro”. Tres personalidades que, en un único cuerpo, siguen sacudiéndose sólo para pedir que la fiesta no termine.
(siempre es mejor la versión en papel)
2 comentarios:
Jp la funde, la vez que lo vi, me dejo sin palabras
un saludo
Sí! Es muy copado este muchacho!
abrazos!
caro
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