jueves, 24 de noviembre de 2011

La niña animal


tres niñas increíbles, reunidas en una muñeca rusa, y el gran Luxor me invitaron a escribir la reseña que acompañará a su próxima muestra, "La niña animal". Un gran honor (dado que son cuatro artistas que admiro realmente y con el corazón) que intenté plasmar en un trabajo acorde a la ocasión.
Hace muchísimo que no escribía en primera persona, pero la obra de ellos ameritaba comprometerse y exponerse, tal como ellos lo hacen con cada una de sus ideas.
Aquí queda el texto y, aún más interesante, la invitación a ver el trabajo que Una Muñeca Rusa y Luxor hicieron en conjunto:

Un retrato en la pared. Mi escala de grises, sólo el cascarón, la estructura social, mi costado más complejo que intenta mimetizarse y hacerse hormigón. Más hacia el fondo, el color. La versión más completa y agrietada de mí misma. La complicidad de mis pares. La mirada del artista, sus pinceladas. Mis plumas, hocico y trompa. Las pisadas y restos de pelos de mis compañeros más cercanos. Las imágenes paganas. Los juegos de niños. Las manos negras. Los relámpagos en el cielo. El registro de un cuerpo recostado sobre mi imagen, estudiándome, atravesándome. El amor. Mis deseos, reflexiones y temores más profundos (y más simples, al mismo tiempo). Todos reunidos en mi versión más primitiva, desnuda y expuesta. Y yo completa. Yo originaria. Yo nativa. Yo niña. Yo animal.

La niña animal de Una muñeca rusa y Luxor inaugurará el sábado 26 de noviembre a las 21 horas en Mal de Muchos (49 nº 483 entre 4 y 5, La Plata).

Más de Una muñeca rusa: http://unamuniecarusa.blogspot.com

martes, 22 de noviembre de 2011

Detrás del sol en Centro Cultural Islas Malvinas



Chico Ninguno, Camión, La Patrulla Espacial, Reno, Antolín, Diegomartez, Cuco, Gustavo “Tano” Caccavo y Valeria Laferrara le rindieron tributo a Nick Drake a través de ocho canciones versionadas que conforman "Detrás del sol", un disco que reúne interpretaciones de las canciones del cantautor inglés.

Por Carolina Sánchez Iturbe
Fotografía gentileza de Nacho Babino

La Plata, noviembre 22 (Agencia NAN-2011).- Nick Drake es un nombre que no todos logran recordar. La depresión no vende y bueno, Drake y su música eran verdaderamente depresivos. Pero también eran profundos, especiales como la mirada de alguien que no quiere venderle nada a nadie. Así, cada tanto hay algunos pocos que se acuerdan de Drake, pensándolo como un genio al que tal vez ningún productor logró comprender lo suficiente. Y eso fue lo que pasó el viernes por la noche, cuando algunos músicos platenses creyeron que era momento de rendirle homenaje al muchacho inglés de ojos rasgados, versionando sus canciones para espantar al olvido.
Reunidos por De Garage, la publicación que se dedica a narrar la prolífica escena rocker independiente de La Plata, doce artistas emprendieron hace dos años la tarea de encontrarse con Nick Drake (o reencontrarse, si es que acaso tenían el placer de conocerlo), bucear en su breve pero fértil discografía, seleccionar una canción y adaptarla a sus propias sensibilidades y tiempos. Todo eso pasó y “Detrás del sol”, el disco que reunió todo ese trabajo, se grabó. Así, con las tintas frescas y la agitación tras la corrida que es necesaria para llevar a cabo cualquier tipo de producción independiente, más de un centenar de ejemplares del long play se distribuyeron orgullosos el viernes sobre una mesa junto a la entrada al auditorio del Centro Cultural Islas Malvinas y desde ahí esperaron a que los músicos revelaran lo que esa grabación guardaba.
“Al entrar en el mundo de Nick Drake, como me pasó al comenzar mi versión, es imposible no ponerse muy triste. Pero no es una tristeza común la que te regala su obra, sino una tristeza dotada de una belleza increíble que es difícil de alcanzar pero que vale la pena conseguir. Como entrar a un tren fantasma o a la casa del terror más hermosa del mundo”. Cerca de las 21 y desde un vídeo que se proyecta contra el escenario del lugar, Antolín cuenta su acercamiento a Drake. Junto a él, Buki Cardelino (Camión), Tomás Vilche, Koyi Kabutto, Reno, Tato Alcaraz (Chico Ninguno), Diegomartez, Leíto (Cuco), Gustavo “Tano” Caccavo, Valeria Laferrara y Juan Irio hacen lo propio. A lo largo de la proyección, en todos recae el peso de la tristeza y de la introspección del músico inglés, aunque también están presentes sus virtudes como guitarrista y la experimentación sonora que se permitía abordar.
Luego del vídeo de presentación, empieza la maratón. En menos de tres horas, nueve de los doce músicos del disco deberán tocar las canciones de Drake y algunos temas propios. Así, no es mucho el tiempo que Tomás Vilche se toma para acomodarse y, junto a La Patrulla Espacial --la banda que lidera--, interpretar una lograda versión psicodélica y en habla hispana de “Know”. Probando sonido a la par que la canción se desarrolla, la banda no termina de acomodarse cuando, tras interpretar dos de sus canciones, ya se tiene que bajar del escenario. A partir de ese momento, el tránsito es constante. Los músicos se mueven sobre el escenario al ritmo del reloj, a la par que el público entra y sale del auditorio para fumar algún que otro cigarrillo que nunca logrará terminar antes de que un músico nuevo se apostre en el centro de la escena del lugar.
De ese modo, el Tano Caccavo y Valeria Laferrara dan rápida continuidad a la noche de Drake desde dos sillas en las que se sientan para entonar, acompañados por el teclado de Leandro Giordano Echegoyen, la canción que le da nombre al disco: “Things behind the sun”. La afinada voz de Laferrara llena el espacio, conmoviendo a la par que cada una de las estrofas es pronunciada en inglés. Detrás de ellos, y durante toda la noche, proyecciones de imágenes de Drake entremezcladas con burbujas de colores y movimientos de árboles completan la escena. Poco después, Diegomartez, otro cantante que sorprende por las virtudes que resguardan sus cuerdas vocales, toma la posta dando vuelo a su interpretación de “From the morning”, una versión acústica que, al igual que la anterior, puede prescindir del exceso de sonoridades e instrumentos musicales sin, por ello, dejar la impresión de melodía desnuda en quien la oiga.
Hacia la mitad de la noche, llega Camión dispuesta a quebrar el tono intimista que Caccavo, Laferrara y Diegomartez habían logrado establecer. La creación de atmósferas asfixiantes que se acentúan con los golpes de las guitarras distorsionadas hace de “River Man” una de las versiones en las que es posible imaginar la densidad que podría haber sentido Drake inmerso en su introspección. Luego, es el turno de “Fly”, la canción a la que eligió ponerle su sello Antolin. Una vez más, el intimismo se apropia del escenario, mientras que el artista juega a entonar los versos como si se tratasen de lamentos. En el mismo sentido, lo siguen Reno y su versión ultra rasgueada de “Three Hours”, que sólo es interrumpida por la caída de un papel enorme que, desde el fondo del escenario, hacía las veces de pantalla gigante.
Cerca del final, Cuco se trepa al escenario dispuesta a interpretar “Pink Moon”. El grito gutural de Leíto, el cantante de la banda a la que alguna vez retaron por “hacer ruido” en Radio Nacional, despierta al público, obligándolo a mirar de frente el homenaje que se lleva adelante. Lo tribal pasa a ser protagonista, abriendo las puertas hacia la utilización de sonidos impensados que conducen hacia un cantar dulce que, de a ratos, estalla en gritos violentos. Después de presentar su versión de Drake, Cuco sigue con su ritual. Leíto se acomoda en el centro del salón y desde ahí invoca a Grace Zabriskie, una de las actrices de David Lynch, todo para luego volver al escenario y tocar una canción instrumental que parece electrificarlo al punto de hacerlo saltar. Con un público que de a ratos emite aullidos, la banda se despide y Chico Ninguno se hace cargo de la escena. Mixturando la electrónica que suele utilizar en sus composiciones con su costado más acústico, Tato Alcaraz (el cerebro de Chico Ninguno) realiza una versión en español de “Place to be”. La guitarra y el cello se encuentran con las programaciones que Paco Salazar dispara desde una computadora y nada desentona.
Después de la psicodelia, el intimismo, la densidad y el grito tribal, llega la esperanza mientras Alcaraz entona: “Cuando era joven, nunca vi la verdad colgando de la puerta; ahora soy más viejo y la veo cara a cara”. Como si después de que nueve músicos entonaran canciones dedicadas a él, Drake se atreviera a salir de detrás del sol y así, por fin dejarse ver.

Web: http://www.degarageweb.com.ar

Agencia NAN (www.agencianan.com.ar)

domingo, 6 de noviembre de 2011

Thes Siniestros y la simple regla de tres



Por Caro Sánchez Iturbe
Foto: Zanarenco

Hay quienes dicen que crecer implica despojarse de todo aquello que sobra y que, por innecesario, molesta. Así, el síndrome de la madurez llega para reconciliar al cuerpo con su desnudez, aliándolo con sus complejidades y llevándolo a mostrarse tal cual es. Y algo así es lo que Thes Siniestros juran que les ocurrió. Después de seis años de actividad ininterrumpida, de haber sido la banda ideal para musicalizar cuanta fiesta frenética hubiera y de haberse convertido en forasteros sin tierra, los últimos días los encuentran sin antifaces, entregados a una versión menos rebuscada de sí mismos, donde simpleza y sinceridad es lo que ahora en verdad vale.
“Es natural lo que nos pasó. Uno cambia. Yo no soy el mismo que cuando empecé a tocar”, escupe Marto (guitarra y voz) a la vez que reflexiona acerca de cómo su banda eligió dar un volantazo y dejar atrás los paseos por las rancheras mexicanas, el rockabilly del que siempre protestó y el rock surf para ahora encontrarse con “Los últimos días”, su tercer disco que, de la mano de la experimentación por nuevos pasajes sonoros, retrata justamente eso: el nuevo período de Thes Siniestros. “Nos da un poco de cosa ver a músicos que una vez que encontraron una fórmula la repiten hasta el hartazgo y sacan un montón de discos iguales. O que se presentan en vivo a los 40 años y se hacen los adolescentes porque no lograron liberarse. El tiempo pasa para todos. No hablamos de volverse viejos, sino de buscar otros caminos”, completa Juan Irio, la voz cantante, además de bajista, de la banda. Y entonces, Marto redondea: “No queremos convertirnos en una banda de covers de nosotros mismos. Hace unos años atrás, Juan me dijo Si dentro de 20 años seguimos tocando “El baile de Jesucristo”, me corto las bolas. Y es verdad”.
Sentados en la trastienda de Ramona Flaver, el local full color, Flav (batería), Marto y Juan, los tres muchachos que fundaron a Thes Siniestros aseguran que la mutación es algo que estuvo presente en la banda desde sus primeros días, cuando acordaron hacer un proyecto que no tuviese definido de ante mano hacia adonde iba a ir, sino que contara con la libertad de buscar nuevos caminos. Es que según Juan “en el arte no se puede dejar de lado la búsqueda. Si elegís un sonido y te quedas ahí, perdes esa magia que tiene la exploración”. Así, después de un “Ritmo Vértigo” que reunió las primeras canciones de la agrupación platense y de los “Campos de Satán” que supo convertirse en un disco conceptual, la llegada del tercer trabajo discográfico necesitaba ese aire renovado que es condición primordial del arte: “Queríamos despojarnos de esos personajes que nos daban las máscaras, queríamos ser un poco más nosotros y no estar tan atados a lo que era la estética Siniestros, que nos vinculaba mucho con México, con el Gauchito Gil, con el rockabilly, que es un género que a nosotros no nos representa. Y en este disco no fue que buscamos no sonar a rockabilly, sino que mostramos lo que estaba haciendo la banda en ese momento y eran estos temas. Para nosotros se dio una liberación y una especie de reivindicación al demostrar que no somos una banda que se pueda encasillar”, explica el cantante.
Aunque desde afuera pueda parecer que los Siniestros cambiaron direccionalmente de rumbo, los músicos juran que para ellos poco hay de eso. “Para nosotros no hay una gran transformación. Fue tan paulatino, tan natural. Los dos discos anteriores nos llevaron a hacer esto. Es parte de un proceso. Por eso, no veo a Los últimos días como un disco de ruptura, es el devenir de la banda”, sintetiza Marto. A su lado, Juan asiente y cuenta cómo en los ensayos el sonido fue encaminándose hacia lo que ellos llaman “psicodelia regional” (“que en verdad es algo sin definición”). Entonces sí puntualiza cuáles son los dos elementos que mutaron: las letras y la forma de cantar. “Ya no se imposta la voz, ya no hay un personaje. Y las letras tienden hacia algo más poético. Ya no contamos la historia del gaucho que baja al infierno, ahora se habla del amor, de la separación, del dolor, de cosas más terrenales”, dice. Otro de los elementos novedosos en la banda es su formación, que hace dos años dejó de ser trío para devenir en un cuarteto de músicos con la incorporación de Dobro, el tecladista, que está desde la grabación de “Campos de Satán” y que obligó a componer diferente.
Y como toda etapa nueva, éste período de Thes Siniestros llega con balance del anterior. Balance del que Juan se hace cargo: “Las máscaras nos dieron la posibilidad de ser tres ignotos haciendo música, pero a su vez nos quitaron más de lo que nos dieron: nos encasillaron y nos limitaron a ser la banda de los enmascarados. Sacarnos las máscaras nos dejó ser más honestos con nosotros. Ya era un peso ser enmascarados”.

MySpace: www.myspace.com/thessiniestros
Para descargar el disco: http://thessiniestros.bandcamp.com/

* Thes Siniestros presentará su nuevo disco el viernes 18/11 a las 20 en el Auditorio del Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7).

Franceville agenda pocket – Nº 59, octubre de 2011
(siempre es mejor la versión en papel)

sábado, 5 de noviembre de 2011

Salgan al sol!...Revienten!!!


Después de un viernes de diluvio universal, salió el sol y más de 30 artistas locos decidieron festejar que el clima, a veces, es bueno. Va a pasar de todo y todos están invitados. No más, deben llevar un alimento perecedero (algo copado, que ustedes comerían) para que luego donemos todo eso a un comedor comunitario.
Vamos, viejo, que hay sol!


Salgan al sol!
Revienten!!!

Cuco + El Perrodiablo + El resplandor de las luciérnagas + Lemon Pie Cristal + ojo-en-blanco + Mariela Vita + The Dark Flack + unavalerianaporfavor + Casiasesino + Gogogoch + Tata Laxague + Valentino Tettamanti + Chempes + Mariano Zeta + Ana Axat + Luxor + Rodrigo Acra + Manu + Alberto Abeliza + Loco Rabia Editora + Mato + Los Pájaros Papa + Roberto Figueroa + Sarah Brenk + Agustina Amar + Maxi Reptilia + Nicolás Freda + Tik Serigrafía + Anita Lanita + Artemisa + Fen Semillas Libres + Dróseras Plantas + Hummus Sapiens + Voodoo Selector

:: música + teatro + fotos + ilustraciones + historietas + intervenciones + mural + proyecciones + feria + más

Sábado 5/11 – desde las 14 horas
Casa Bosque – 78 nº 1819 e/ 131 y 132
:: entrada: un alimento no perecedero ::

Una casa en el bosque. Un día entero. Hasta caer muertos. Treinta artistas. Música. Teatro. Fotos. Ilustraciones. Historietas. Murales. Intervenciones. Proyecciones. Feria. Y tantos motivos para salir al sol y reventar!

:: artistas invitados

Música en vivo
:: Cuco
:: El Perrodiablo
:: El resplandor de las luciérnagas
:: Tata Laxague

Teatro
:: Lemon Pie Cristal

Intervención
:: ojo-en-blanco
:: Mariela Vita
:: Ana Axat
:: The Dark Flack
:: unavalerianaporfavor

Ilustración
:: Casiasesino
:: Gogogoch
:: Valentino Tettamanti
:: Chempes
:: Mariano Zeta

Mural
:: Luxor
:: Rodrigo Acra
:: Manu

Historieta
:: Alberto Abeliza
:: Loco Rabia Editora
:: Mato

Fotografía
:: Los Pájaros Papa
:: Roberto Figueroa
:: Sarah Brenk
:: Agustina Amar
:: Maxi Reptilia
:: Nicolás Freda

Feria
:: Tik Serigrafía
:: Anita Lanita
:: Artemisa
:: Fen Semillas Libres
:: Dróseras Plantas
:: Hummus Sapiens

Musicalización
:: Voodoo Selector

:: Organizan
Caracol Rojo
http://www.caracolrojo.com.ar
Cronopunk
http://www.cronopunk.com
Beat64 Studio
http://www.beat64.com

Y sí seguís explorando? (si total, no nos vamos a dormir...)

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