Se escondió en rincones únicos, detallistas. Esos rincones que la cabeza, obstinada, busca disimular, pero que siempre son los mejores. Las mañanas empezaban en subida y las noches terminaban en éxtasis, y los rincones dejaban de ser cuartos ocultos. Mientras, las palabras, los gestos y la piel danzaban.
A veces, es estúpido desear detener el tiempo. A veces, es mejor sonreír todos los días frente al mar.
(Fotografía de The Dark Flack. Él, escondido, mar)
Imposible no recordar esta canción:
1 comentario:
hola bellesura!
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