Dar los nombres de los miembros de este colectivo de intervenciones urbanas es accesorio: sus obras comúnmente no llevan firmas individuales. Además, como el grupo es dinámico, “trasciende a las personas y puede participar gente nueva”, se torna innecesario. Su obra es colectiva, “perecedera”, divertida y está plagada de guiños que provienen del lenguaje popular. “Tenemos esa cosa de la figurita en grande, de lo lúdico, de la deformación”, le explicó a Agencia NAN uno de los artistas y publicistas, antes de entrevistarse con ¡Susana Giménez!
Por Carolina Sánchez Iturbe
Fotografía de Daniel Ayala (http://www.flickr.com/danpeople)
La Plata, agosto 14 (Agencia NAN 2009).- No ser individualmente, que ni siquiera se mencionen sus nombres, que cuatro personas trabajen para una sola cosa y viceversa. Eso buscan, eso piden, eso son los Figurones. Lejos de ser un juntadero de artistas que se encuentra para hacer pegatinas en las calles de La Plata, los cuatro hombres que lo conforman van más allá y se organizan como un colectivo de intervenciones urbanas. De ese modo, juran permitir que el grupo sea dinámico, que trascienda a las personas y que pueda participar gente nueva “porque no se discrimina a nadie”.
La idea de colectividad toma cuerpo en el estudio con apariencia de loft donde cada tarde se encuentran y trabajan. Mientras uno prepara hojas para cortar, otro espera para pintar y dos diseccionan radiografías con trinchetas. “La onda es que todos toquemos los figurones: uno empieza dibujando una imagen, después otro le pone color y otro las letras”. Ninguna de sus obras, claro, lleva firma. “No queremos que Figurones tenga una personalidad definida en cuanto a la factura de cada uno de los tipos que está en el colectivo, que éste sea el figurón que yo armé, que es mío”, agrega uno de los artistas sin nombre.
Como si se tratara de una regla simple, sostienen convencidos que la suya es la manera más sencilla para trabajar en un ambiente hostil. “La Plata no tiene ámbitos comerciales loables para los artistas plásticos, artistas como el pintor Carlos Pacheco, que murió el otro día, siempre fueron unos crotos, laburantes de toda la vida. Por eso, cuanta más gente hay laburando, más fácil es hacer las cosas”.
El surgimiento de los Figurones roza la casualidad. En 2005, uno de los fundadores montó una muestra y, para invitar al evento, decidió empapelar la ciudad. “Después se nos ocurrió utilizar la calle como soporte, salir de los lugares caretas --galerías, museos y demás-- y, más tarde, encontramos la posibilidad de jugar a la empresa de publicidad”, señala el responsable de la primer intervención. Si es difícil que el arte plástico sea redituable, más complicado es que el arte urbano otorgue ganancias. Es por eso que los Figurones venden campañas publicitarias a empresas que utilizan mensajes novedosos, como Sprite, pero siempre haciendo difusión a través de los espacios públicos.
En la calle, donde está “el espectador que no se predispone para ver la obra”, el que se sorprende cuando la encuentra porque no la espera, fue precisamente donde nació la idea de realizar campañas publicitarias. Es que la relación con quien interactúa con el arte urbano es diferente a todas las demás y, aunque pueda parecer llamativo, por momentos goza de mayor recepción. “Notamos que quienes observaban los figurones cumplían con todos los términos de miradas. Por ejemplo, la gente iba a lugares siguiendo las consignas de los figurones y si la obra decía llegue y escupa, había personas que llegaban y escupían”.
Más allá de esa relación con fines publicitarios que los Figurones tienen con su público, aseguran que su objetivo es “sopapear cabezas”. Así es como sus obras suelen estar teñidas por elementos humorísticos. No podría ser de otra manera. En el estudio, las bromas son continúas aunque, como en un perfecto ensamble, esos cuatro hombres nunca pierden de vista la producción. Mientras cortan radiografías, pintan afiches con aerosoles fluorescentes o pegan papeles, se ríen de ellos mismos. “Todo el tiempo es una joda. Es que lo hacemos porque nos gusta, porque la profesión es divertida y porque la pasamos bien“.
Ese clima que se genera mientras los Figurones trabajan forma parte de la esencia misma de su obra: “Nosotros tenemos esa cosa de la figurita en grande, de lo lúdico, de la deformación”. De ese modo, las imágenes que producen no sólo son divertidas, si no que además, cuando “atacan la calle”, están plagadas de guiños que provienen del lenguaje popular. Así, el último lanzamiento del grupo estuvo constituido por unas calcomanías con las que realizaban intervenciones, por ejemplo, en los mingitorios de los baños públicos y en las que se veía “a un perro salchicha sonriendo y que decía Figurones advierte: más de tres sacudidas es paja”.
Otra de las características fundamentales de las obras de Figurones es su carácter efímero. Lejos de sentimentalismos, el colectivo piensa como algo natural que sus trabajos sean perecederos. Deben ser así, por un lado por el espíritu mismo de la producción artística y, por otro, porque los materiales que utilizan también tienen sus limitaciones. “El arte urbano invade un espacio, y la invasión tiene que ver con lo que no está permitido”; es esa prohibición la misma que hace imposible la durabilidad en el tiempo. “Por más que nosotros nos cuidamos, no pegamos en lugares que perjudiquen a terceros, porque queremos que el trabajo se siga viendo y que dure la mayor cantidad de tiempo posible, sabemos que el papel tiene una vida útil”.
A pesar de que ninguna de sus obras pueda permanecer más que algunos meses en la calle --esa galería virtual que los Figurones elijen para exponer--, ellos trabajan sin prisa pero sin pausa para producirlas. De acuerdo a una de sus definiciones acerca del arte, “el artista plástico es el que produce todo el tiempo, es el creativo”. Entonces, son auténticos artistas. Ni siquiera cuando se los entrevista la actividad frena en el estudio. No parar nunca, crear constantemente, ésa es la idea.
Aún con el clima de exaltación extrema que los invade desde que se enteraron que el próximo 16 de agosto estarán sentados en el living del programa de Susana Giménez, los Figurones trabajan como hormiguitas, moviéndose como en trance de danza por el taller y alternando las tareas con la libertad de acomodarlas de acuerdo a las ganas de cada uno, a la espera de la próxima intervención en la que, nuevamente, escupirán mensajes plagados de humoradas para todo aquel que los quiera ver.
http://www.agencianan.com.ar/
Por Carolina Sánchez Iturbe
Fotografía de Daniel Ayala (http://www.flickr.com/danpeople)
La Plata, agosto 14 (Agencia NAN 2009).- No ser individualmente, que ni siquiera se mencionen sus nombres, que cuatro personas trabajen para una sola cosa y viceversa. Eso buscan, eso piden, eso son los Figurones. Lejos de ser un juntadero de artistas que se encuentra para hacer pegatinas en las calles de La Plata, los cuatro hombres que lo conforman van más allá y se organizan como un colectivo de intervenciones urbanas. De ese modo, juran permitir que el grupo sea dinámico, que trascienda a las personas y que pueda participar gente nueva “porque no se discrimina a nadie”.
La idea de colectividad toma cuerpo en el estudio con apariencia de loft donde cada tarde se encuentran y trabajan. Mientras uno prepara hojas para cortar, otro espera para pintar y dos diseccionan radiografías con trinchetas. “La onda es que todos toquemos los figurones: uno empieza dibujando una imagen, después otro le pone color y otro las letras”. Ninguna de sus obras, claro, lleva firma. “No queremos que Figurones tenga una personalidad definida en cuanto a la factura de cada uno de los tipos que está en el colectivo, que éste sea el figurón que yo armé, que es mío”, agrega uno de los artistas sin nombre.
Como si se tratara de una regla simple, sostienen convencidos que la suya es la manera más sencilla para trabajar en un ambiente hostil. “La Plata no tiene ámbitos comerciales loables para los artistas plásticos, artistas como el pintor Carlos Pacheco, que murió el otro día, siempre fueron unos crotos, laburantes de toda la vida. Por eso, cuanta más gente hay laburando, más fácil es hacer las cosas”.
El surgimiento de los Figurones roza la casualidad. En 2005, uno de los fundadores montó una muestra y, para invitar al evento, decidió empapelar la ciudad. “Después se nos ocurrió utilizar la calle como soporte, salir de los lugares caretas --galerías, museos y demás-- y, más tarde, encontramos la posibilidad de jugar a la empresa de publicidad”, señala el responsable de la primer intervención. Si es difícil que el arte plástico sea redituable, más complicado es que el arte urbano otorgue ganancias. Es por eso que los Figurones venden campañas publicitarias a empresas que utilizan mensajes novedosos, como Sprite, pero siempre haciendo difusión a través de los espacios públicos.
En la calle, donde está “el espectador que no se predispone para ver la obra”, el que se sorprende cuando la encuentra porque no la espera, fue precisamente donde nació la idea de realizar campañas publicitarias. Es que la relación con quien interactúa con el arte urbano es diferente a todas las demás y, aunque pueda parecer llamativo, por momentos goza de mayor recepción. “Notamos que quienes observaban los figurones cumplían con todos los términos de miradas. Por ejemplo, la gente iba a lugares siguiendo las consignas de los figurones y si la obra decía llegue y escupa, había personas que llegaban y escupían”.
Más allá de esa relación con fines publicitarios que los Figurones tienen con su público, aseguran que su objetivo es “sopapear cabezas”. Así es como sus obras suelen estar teñidas por elementos humorísticos. No podría ser de otra manera. En el estudio, las bromas son continúas aunque, como en un perfecto ensamble, esos cuatro hombres nunca pierden de vista la producción. Mientras cortan radiografías, pintan afiches con aerosoles fluorescentes o pegan papeles, se ríen de ellos mismos. “Todo el tiempo es una joda. Es que lo hacemos porque nos gusta, porque la profesión es divertida y porque la pasamos bien“.
Ese clima que se genera mientras los Figurones trabajan forma parte de la esencia misma de su obra: “Nosotros tenemos esa cosa de la figurita en grande, de lo lúdico, de la deformación”. De ese modo, las imágenes que producen no sólo son divertidas, si no que además, cuando “atacan la calle”, están plagadas de guiños que provienen del lenguaje popular. Así, el último lanzamiento del grupo estuvo constituido por unas calcomanías con las que realizaban intervenciones, por ejemplo, en los mingitorios de los baños públicos y en las que se veía “a un perro salchicha sonriendo y que decía Figurones advierte: más de tres sacudidas es paja”.
Otra de las características fundamentales de las obras de Figurones es su carácter efímero. Lejos de sentimentalismos, el colectivo piensa como algo natural que sus trabajos sean perecederos. Deben ser así, por un lado por el espíritu mismo de la producción artística y, por otro, porque los materiales que utilizan también tienen sus limitaciones. “El arte urbano invade un espacio, y la invasión tiene que ver con lo que no está permitido”; es esa prohibición la misma que hace imposible la durabilidad en el tiempo. “Por más que nosotros nos cuidamos, no pegamos en lugares que perjudiquen a terceros, porque queremos que el trabajo se siga viendo y que dure la mayor cantidad de tiempo posible, sabemos que el papel tiene una vida útil”.
A pesar de que ninguna de sus obras pueda permanecer más que algunos meses en la calle --esa galería virtual que los Figurones elijen para exponer--, ellos trabajan sin prisa pero sin pausa para producirlas. De acuerdo a una de sus definiciones acerca del arte, “el artista plástico es el que produce todo el tiempo, es el creativo”. Entonces, son auténticos artistas. Ni siquiera cuando se los entrevista la actividad frena en el estudio. No parar nunca, crear constantemente, ésa es la idea.
Aún con el clima de exaltación extrema que los invade desde que se enteraron que el próximo 16 de agosto estarán sentados en el living del programa de Susana Giménez, los Figurones trabajan como hormiguitas, moviéndose como en trance de danza por el taller y alternando las tareas con la libertad de acomodarlas de acuerdo a las ganas de cada uno, a la espera de la próxima intervención en la que, nuevamente, escupirán mensajes plagados de humoradas para todo aquel que los quiera ver.
http://www.agencianan.com.ar/
1 comentario:
hola caro , me pasas un mail de contacto? gracias Julieta jular@ciudad.com.ar
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